Amig@s...

No te imaginas las veces que me he parado en un lugar alto con mis visores, para ver si te veía en mi isla. Las veces que pensé que llegarías en uno de tus aviones mágicos. Las veces que te sentí cerca, aún estando lejos.

Todas las veces que te escribí y que me acercaba a mi buzón con la esperanza de que una carta tuya recibiría, y luego me conectaba en Internet y sí, ahí estaban tus palabras...

Cuantas veces añoré un abrazo instantáneo, calientito y cómodo, pero no tenia a nadie especial para que me lo diera, hasta que buscabas la manera de hacérmelo sentir con palabras, dibujos, expresiones, aliento, amor.

Nunca te imaginarás las veces que me sentaba sola, junto al padre a hablarle de tí, a contarle nuestra historia, que se escribe día a día con el pasar de las horas, y lo placentero que charlábamos de lo mágico de nuestro amor, de la bendición que eres para mi y de lo bonito de tenerte cerca, aún teniéndote lejos.

No te imaginas las veces que salía por ahí, y una lluvia de pensamientos me trasladaba hasta tí, permitiéndome soñar despierta una vez más.

Nunca sabrás las veces que te extrañé, que te soñé, que te llamé, que te percibí, que pretendí que estabas, que te sentí junto a mi, simplemente por que siempre estabas ahí para mi.

Finalmente nunca te imaginaras la pieza tan importante que eres en el rompecabezas de mi corazón, el lugar tan especial que tienes en el ranking de las bendiciones de mi vida, la magia que desprende tu nombre con tan solo mencionarlo, la cantidad de sonrisas que le has dado a mi vida por saberte mí@, los numerosos momentos que archivo en mi memoria, lo sumamente especial que me haces sentir con tan solo respirar cada nuevo día y lo maravilloso que es compartir el mismo Dios en cada momento siempre juntos.

P.D. Es que nunca te imaginarías amigo, hermano, cómplice, pana, alma gemela, parte de mi, que este escrito es para tí, tú que siempre me alegras la existencia con tu simple presencia. Tu que siempre estas para mí, sin importar qué. Tu que me amas y que te dejas amar por mí, tú que eres mi verdad y mi gozo, solo tú, siempre tú.