Oct 25, 2006

Los Herodes de la vida (1ra parte) by Saulo Hidalgo

Hasta Jesús tuvo un Herodes que le quería hacer la vida imposible, pero no lo logró. No deje que nadie se siente en el asiento del conductor en el carro de su vida. Wayne Dryer dijo: “Ahora, es todo lo que tenemos. Todo lo que ha pasado, y todo lo que le va a pasar a usted es sólo un pensamiento”. Demasiadas veces estamos tan preocupados pensando en lo que pasó, que se nos olvida lo que nos puede estar pasando. Disfrute la vida que tiene, la familia que tiene, lo que hace y lo que es. Los mejores recuerdos que tendrá mañana, será como haga lo que hace el día de hoy. Usted debe despertarse cada mañana con la certeza de que cada día será su mejor día. Usted debe despertarse y desde la cama decir: «Este va a ser mi mejor día, estoy seguro de que Dios va a derramar su favor sobre mí y voy a llegar más cerca de donde quiero estar». No espere que las cosas le lleguen, salga a buscarlas, pero hágalo con entusiasmo y con optimismo. Estoy muy de acuerdo con Ralph Waldo Emerson cuando dijo:”Escriba en su corazón que cada día es el mejor día del año”. Todas las angustias y penas se desvanecen cuando entendemos que la vida es un regalo y no un derecho, y que talvez se han perdido algunas oportunidades, pero no se han perdido todas. En ese sentido, Jesucristo una vez más es el modelo por excelencia. Siempre le vimos vivir cada día de su vida lleno de optimismo por el mañana que tendría. Sus metas siempre estuvieron por encima de sus obstáculos. Haga usted lo mismo. Viva por sus metas y no por sus limitaciones. Para Jesús, la manera de alcanzar sus logros estuvo basada en dos cosas: en su fe y en su voluntad inquebrantable. Estas dos cosas son vitales para alcanzar el éxito. No hay éxito sin fe y no hay fe sin voluntad inquebrantable. Trabaje desde este momento por tenerlas ambas. Hágalas crecer dentro de su interior y estará preparado para triunfar. Aliméntelas diariamente con la Palabra de Dios, la Biblia, y su hoy le dará buenos recuerdos a su mañana. Para Jesús, nada de lo que fueron sus grandes carencias económicas, ni las traiciones por las que atravesó, ni las desilusiones a las que fue sometido por su gente más cercana, ni la pérdida de seres queridos, ni el saber que para redimir a toda la humanidad tendría que atravesar por el dolor de la cruz, ni Herodes que constantemente estaba al asecho, lograron intranquilizarlo ni hacerlo entrar en crisis. Ni un divorcio, ni perder a algún ser amado, ni un fracaso económico, ni un diagnóstico médico terminal, ni quedarse huérfano, ni sufrir traiciones y persecuciones, ni nada, debe tener la capacidad de hacerlo entrar en crisis, pues siempre por encima de la adversidad, está la mano de Dios para sostenernos. Eso tenemos que aprenderlo hoy. Dios le bendiga

1 comment:

Anonymous said...

Eso tenemos que aprenderlo hoy.

UFFFF! AMEN!