¿Lo buscabas o fué solo una coincidencia?

En la vida vamos caminando muchas veces concientes de hacia donde vamos, pero en otras ocasiones solo andamos caminando por que tenemos que hacerlo, y llegamos a lugares que quizás nunca nos habíamos imaginado y muchas veces al llegar nos preguntamos, ¡ay! y ¿cómo llegue hasta aquí?

¡Eso a todos nos ha pasado!, que en momentos de incertidumbre, nos pasan cosas que muchas veces nos buscamos y vemos como coincidencias, y otras veces coincidimos con cosas que no buscábamos. Así es la vida cuando vivimos por vivir...

Aun así, debemos de ser conscientes de cada paso que damos en ella, por que de esto dependerá nuestra felicidad, nuestros proyectos, nuestra misión, y solo sabiendo hacia donde vamos es la única forma en que podremos alcanzar o sobrepasar nuestra visión.

Y ahora me pregunto yo, ¿Lo buscabas o fue solo una coincidencia? ... Una pregunta que difícilmente me pueda contestar, pero que aun así me la pregunto. Procura caminar en la vida de una manera que cada huella que dejes al pasar, sea coherente con lo que buscabas, con lo que profesas y no que coincidencialmente no coincida ni siquiera contigo mism@.

Date el chance de detenerte y escanear toda tu vida, para ver donde estas y hacia donde vas, para que comiences a buscar lo que siempre has anhelado, coincidiendo con lo que EL de antemano destino para ti. Que seamos consistentemente constantes con lo que cada día nos trae esta vida, que seamos realmente responsables de las secuelas que nos traerá cada paso que damos (sabiendo que cosecharemos lo que sembremos, si sembramos bueno cosecharemos cosas buenas y viceversa de lo ser asi), que vivamos de tal forma que nuestras acciones hablen por sí solas (Por sus frutos los conocereis, dice la palabra santa de Dios), dejando un dulce y agradable sabor a los que vienen detrás.

Que oportunamente nos ocupemos sin preocuparnos, que demos como resultado la excelencia de lo buscado y no que seamos coincidencia de algo que fué o que pudo ser.

Dios no nos creo para ser iguales a la multitud, sino para ser extremadamente diferentes, nos llamo por nuestros nombres no coincidencialmente, sino predestinadamente. Quiere que ya comencemos a vernos como EL nos ve, no producto de nuestras circunstancias, sino coronados de gloria; no en medio de la tormenta sino en tierra firme; no mirando hacia el suelo, sino mirando a los lugares celestes que están siempre arriba; no quiere que seamos mendigos, pues el nos hizo príncipes y princesas; no quiere que sigas creyendo en lo que ves, oyes o sientes, sino en lo que EL te ha prometido; no quiere que te acomodes en ser aguilucho, sino toda un AGUILA que vuele tan alto como lo hace EL; anhela que por fe aunque nada se mueva, comiences a ver la montaña moverse, y que como Abraham aprendas a llamar las cosas que no son, como si ya fueran; no busca que coincidamos con EL, sino que nos dejemos encontrar, que es EL el que siempre nos está buscando.

Si al día de hoy, la vida lo que te ha traído no es lo que buscabas, sino que al caminar sin darte cuenta de que no sabias hacia donde te dirigías ha sido lo que hasta hoy has cosechado, DETENTE, OYE SU VOZ QUE LLAMA y dirígete hacia donde EL te quiere. Nunca es tarde para hacer lo que tienes que hacer. Recuerda que Dios NUNCA llega tarde.

Deja de ver la vida con la lupa de las coincidencias y comienza a encontrar lo que siempre habías buscado, buscando siempre que coincida realmente con lo que anhelas en tu corazón; procura en todo tiempo la voluntad perfecta de Dios y no la permisiva.

P.D. Simplemente busca primero el Reino de los Cielos y su Justicia y TODO lo demás te vendrá por añadidura.