Aug 21, 2006

Cuando alguien le haga un mal

Si, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. (Lucas 10,19)

Alguien le ha agraviado! Tarde o temprano a todos nos sucede. En algún momento de nuestras vida, todos hemos sido heridos, engañados, o nos han mentido o maltratado.

Es tan predecible como doloroso. A pesar de todo, cuando sucede, la mayoría de nosotros nos encontramos extrañamente desprevenidos. En nuestra indignación, clamamos a Dios contra aquel que nos ha hecho mal. Pedimos justicia o aun venganza, y terminamos haciendo que las cosas se vuelvan más espinosas para todos los que están involucrados, incluso nosotros mismos.

Si eso le ha ocurrido, es hora de que descubra como puede poner el poder de Dios a obrar a su favor la próxima vez que alguien le haga un mal.

Primero: ¡Identifique al enemigo! Es aquí donde la mayoría de nosotros cometemos nuestra más grande equivocación. Erróneamente identifique a nuestro enemigo como la persona que nos lastima. No pierda su energía gritando y enfureciéndose, o tramando contra quien le causa dolor. El está simplemente bajo la influencia del diablo. Apunte su munición espiritual al blanco correcto. Es el diablo quien esta detrás de todo. ¡Vaya tras él!.

Segundo: ¡Dispare! Una vez que haya apuntado sus armas espirituales en la dirección correcta, ¡dispare! Golpee al diablo rápido y furiosamente con la palabra de Dios. Use el nombre de Jesús y el poder que le ha sido dado como creyente e impídale al diablo que le cause mas daño en esa área. Luego proceda a la próxima y más importante parte de esta batalla espiritual.

Tercero: Haga la oración de intercesión. En Mateo 5, 44-45, Jesús nos da estas instrucciones: “Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que esta en el cielo”.

El clamar para que la venganza de Dios golpee como un rayo cuando alguien nos hace mal no es actuar como nuestro Padre. Recuerde que Dios tiene gran, gran misericordia. ¡No solo por usted y por mi, sino por todos!.

El diablo probablemente lo pensará dos veces antes de volver a molestarle. La próxima vez que alguien le cause dolor, ponga el poder de Dios a obrar a su favor. Identifique al verdadero enemigo. Golpéelo fuertemente con la autoridad que le ha sido dada como creyente. Luego ore la oración de intercesión.

Mateo 6, 6-15.

3 comments:

Mich said...

aja... asi en orden per esempio!

Natalia Nin said...

OHHH Dios!!!!! sigues hablando!!!
Creo que este dia tendre que llamarlo: Dios se monta en el Blog de Sharie!"

Shama said...

jajajaja.. Recuerda que es EL en nosotros la esperanza de Gloria...