Historia… Amor… Amantes… Dos… Uno… Dos.

Una mirada y la espera de un nuevo atardecer junto a ti, una noche mas que pasa viendo venir la vida tras mía, como la aventura mas esperada por una nueva criatura que aprendió a nacer. La sentida de ese beso que me diste cuando a penas me dijiste, si te quería amar, cuando nos vimos aquel día en la madrugada, cuando solo nos acompañaba la soledad.

Y el silencio que como acordes vestían de acuarelas nuestras melodías al sentir que ya era tuya, al sentir que ya eras mía. El recuerdo que se aleja, pues regresas esta vez, la silueta del que vuelvas que no para sin perder, la frescura de ese abrazo que me llena más de ti, la mirada que me marca el camino ida y vuelta, que nos une hasta el fin.

Y te vuelves a encontrar en la encrucijada de este amor, de la noche que no fué del momento que existió, y se esfuma tu recuerdo como viento que se va, y te pasas de repente por el frente de este amor y te quedas para siempre como el roció que acompaña cada día una flor.

Y salpica tus adentros el momento del que fue el mas grande sentimiento que viviste una vez, ya la puerta fue tocada con la fuerza y el vigor de un amante que se aferra a vivir tanta emoción, de un amor que ya no espera mas que eterna plenitud, de la esencia que le llena para siempre con virtud.