El dominicano ser sin igual, el cual guarda en si mismo el ritmo perfecto; una mezcla de calidos colores que se plasman en su simpatía, hospitalidad, sabor, entregas, afán del día a día que le hacen superar cualquier obstáculo.
Luchador por naturaleza, emprendedor como riqueza, son algunos de los valores que tiene cada rostro dominicano. Sudor en la frente del que se levanta ante la bandera tricolor que representa cada palpitar de su corazón que declara “Libertad”.
Blanco, indio, mestizo, no importa su raza o condición, luchador incansable.
Ritmos encontrados, que corren por sus latinas venas de un humano corazón, siempre dispuesto a dar y sonreír aun cuando desconoce al extranjero que le visita. Quien dejándolo todo brinda la mas calurosa sonrisa ofreciéndole con ella lo que no tiene para tatuar en el otro TODO lo bueno que tiene el ser “ORGULLOSAMENTE UN DOMINICANO”.
Luchador por naturaleza, emprendedor como riqueza, son algunos de los valores que tiene cada rostro dominicano. Sudor en la frente del que se levanta ante la bandera tricolor que representa cada palpitar de su corazón que declara “Libertad”.
Blanco, indio, mestizo, no importa su raza o condición, luchador incansable.
Ritmos encontrados, que corren por sus latinas venas de un humano corazón, siempre dispuesto a dar y sonreír aun cuando desconoce al extranjero que le visita. Quien dejándolo todo brinda la mas calurosa sonrisa ofreciéndole con ella lo que no tiene para tatuar en el otro TODO lo bueno que tiene el ser “ORGULLOSAMENTE UN DOMINICANO”.
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