Cajitas llenas de Sorpresas...

La vida no termina de sorprendernos, con noticias que cambian por completo, el rumbo de nuestro caminar, nos embaten en circunstancias normales, haciendo de nuestras vidas no las mas diferentes, pero si muchas veces comenzamos a ver al prójimo como una caja de sorpresas que no sabes que tanto tendrás que darle cuerdas a la cajita para ver la sorpresiva apertura y lo que de dentro saldrá.

Por mi parte, me he entrenado para que pocas cosas en esta vida me sorprendan, pues es la única manera lógica que he encontrado para cuidarme de los ataques sorpresivos de la vida. Pero aun así, aun estando lejos de muchas cajitas, te llevas el susto del momento de lo inesperado, y mas cuando te sientas tranquilamente a pensar en como las cosas se pudieron dar entre dos para ser uno.

Y así es la vida misma, la que te anima; la que te golpea en un instante y te vuelve a levantar; la que te enseña lecciones al alma; la que te despierta cada día con un beso para mostrarte tantas cosas, que ni cuenta te das. Así es ella, la que te trae sorpresas inesperadas, y la que te trae botellas que una vez tiraste al mar y volvieron a ti en ese único minuto en donde bajaste la guardia, el preciso momento donde no lo esperabas.

Esa que te permite vivir momentos inigualables, que te hace pensar aun cuando no quieres; la que te utiliza si la dejas; la que te lleva a una nube sin parada; la que te suspende en un suspiro casi dejándote sin aire; esa que te peina con sus días que pasan sin volver atrás. Esa es la vida, la que te permite recapacitar para volverlo a intentar y la que te llena de tantas emociones que por más que quieras plasmar nunca podrás, más que en el alma, que es donde son creadas todas ellas.

Y como dicen: “Nunca es tarde si la dicha es buena”; “Menos es mas”; “Y pa’ lante”… Siempre dejándonos embriagar por la esencia de la vida misma, por lo mágico de cada emoción, por lo maravilloso de hoy poder escribir lo que se respira en el aire, lo que nos deja este día, que al finalizar estas líneas ya pasó. Lo hermoso del recuerdo, lo encantador del soñar aun cuando se duerme o despierto, lo sorprendente de esperar ver y vivir el emocionante futuro que nos queda por delante; y así en cada palpitar seguir deleitándonos con la vida, las cajitas, la divina esencia, el amor en general y tu…