Un día todo comenzó como una tenue melodía que ni siquiera parecía
canción, pero paso a paso se fue Armando lo que parecía una sinfonía para el
alma y me pongo a pensar cómo es que del silencio comienzan a salir notas que
revolucionan la sala de cuerda de tu Corazón.
No fue hasta que entendí que todos tenemos dentro la
capacidad de hacer música, es eso que dicen de que todos tenemos una “musiquita
por dentro” pero más allá del chiste o de que usualmente las personas lo indican
cuando alguien tiene un “yo” distinto al que aparentan ser, lo veo como la
capacidad que se activa una vez el corazón comienza a sentir amor por un ser
especial, y es cuando comienzas a ver las cosas distintas en la vida y de igual
forma comienzas a emitir sonidos que ensordecen a cualquier mortal porque son
sonidos emitidos especialmente para adornar tu vida de música y color.
A todos nos ha pasado, a unos nos cuesta más que a otros
escucharlo, admitir que una vez más hemos caído en la aventura del amor, que la
melodía que escuchamos a lo lejos es la que sale de nuestro ser, como si fuera
necesario emitir sonidos para alertarnos del inicio de una nueva etapa, y nos
toca aprender a vivir con una música constante, la misma que muchas veces
permea emociones linda y en otras tantas es la música que te acompaña en los
momentos más tristes, pero lo importante es que siempre tienes música.
Te invito a comenzar a escuchar la música que vive en ti,
esa que cada día te da los buenos días, que te enternece el alma, que te
salpica desde dentro y te lleva una vez más hasta ti.